“Lo que no se hace consciente, se manifiesta en nuestras vidas como destino”
La pelicula de August Rush nos habla de dos principios fundamentales, el primero es que todo en el universo está en constante vibración, nada está quieto y esas vibraciones son ondas cíclicas que tienen determinadas frecuencias. Todas las personas emiten ondas vibratorias al ambiente y crean campos vibratorios a su alrededor; dichas vibraciones son armónicas en la medida que quien las emite este en equilibrio (física, mental y espiritualmente), de esta forma encontrará resonancia en otros cuerpos y por lo tanto las ondas que generan se amplificarán y se atraen.
Las ondas que genera tu cuerpo hacen vibrar todo lo que hay alrededor reflejando también parte de lo que emites recibiendolo de vuelta. Mientras más altas sean las ondas que emites no solamente tendrán una mayor resonancia en el universo, sino que así mismo volverán a fluir en ti. En contraposición los pensamientos negativos hacen que tu cuerpo vibre en frecuencias bajas que serán re-absorbidas por el universo teniendo una mayor incidencia en todos los cuerpos a los que lleguen. Los seres humanos tenemos tendencia a acercarnos a personas que estén en resonancia con las ondas que generamos, porque nuestra composición interna busca la armonía para mantenerse sana, por esto mismo, es que cuando estamos cerca de una persona que no resuena con nosotros, nuestro cerebro emite una sensación de malestar que nos hará alejarnos.
Ahora bien el otro elemento importante en la película gira en torno a la sincronía y como está hace realidad en el mundo exterior las necesidades del mundo interior. El universo se une con el mundo físico a través del deseo latente volviendolo una realidad sorprendente que hace “coincidir acontecimientos externos con nuestra vibración interna”, entra en acción la lógica de la causa y efecto (a toda acción le sobreviene una reacción) que nos ayuda a que sucedan cosas que de otra modo simplemente no ocurrirían.
La sincronía es algo que solo el espíritu puede generar ya que es el que permite la conección con lo que el universo nos tiene preparado, y es el universo el que conspira para lo que ha sido preparado para nosotros suceda. Cada uno de nosotros está dotado de increíbles poderes internos que pueden potenciar el poder y el alcance de la energía del universo. Lo que se fusiona y que es a lo que llamamos sincronía es el propósito interior con el acontecimiento exterior. Nada existe que sea más oportuno que un hecho sincrónico.
Todo lo que hacemos y haremos es complementario y a su vez será complementado, lo que hacemos tiene consecuencias que a su vez son el inicio de nuevas acciones. El espíritu vive solamente en el presente, para él no existen el pasado ni el presente, una de las principales razones por las que solemos entrar en estado de “angustia” es por la ansiedad anticipatoria, esa necesidad incesante de querer controlar el tiempo y los acontecimientos, de lo que no somos realmente conscientes es que esta “ansiedad” solo nos aleja del objetivo haciendo que ese reloj cósmico ande más lento. El sentido de realización llegará a nosotros en el momento justo cuando se une lo que el universo tiene planeado para nosotros con lo que queremos hacer con nuestra vida.
Al ser conscientes de esta realidad será más fácil nuestro andar, una vez descubramos cual es nuestro propósito en la tierra, el universo conspirará con nosotros y nos brindará toda la ayuda que requiramos para completar el objetivo. Así cuando admitimos la idea de sincronicidad encontraremos que nuestras vidas tienen sentido y mientras más alto sea el nivel de sincronización, serán más recurrentes las extraordinarias coincidencias que lleguen a nosotros.
El universo está repleto de recursos capaces de entrar en sincronía con esas vibraciones que nosotros mismos emitimos, por eso te invitamos siempre a vibrar con alegría, para que así mismo atraigas más circunstancias alegres a tu vida y además, cuando sincronizas pensamientos que te provocan alegría, atraerás personas que vibren de la misma forma con ese sentimiento y así incrementan en conjunto esa energía que resonara en el universo para todos. Recuerda cambiar internamente para sincronizar con el universo y que a través de dichos cambios se manifiesten los llamados “milagros” de forma cotidiana en tu vida.
